Como parte del Plan de Gestión y Gobernanza Institucional, se ha comenzado la migración de las metodologías de planeación internas del Centro Universitario, y se han creado estrategias para la migración a un presupuesto basado en resultados (PbR).

Los objetivos deben relacionarse directamente con los resultados esperados y programados, ya que son una manifestación tangible, material y medible de lo realizado. Por su parte, los resultados deben precisar el tipo, magnitud y sentido de la transformación, impacto o beneficios que se prevén lograr, mientras que los programas representan el conjunto de actividades, vinculadas entre sí, en las que se ejercen los recursos para el logro del objetivo que les da sentido y dirección; esto, para alcanzar un resultado específico siempre en beneficio de una población objetivo a través de una unidad responsable y ejecutora de gasto.

El PbR busca la definición clara y sencilla de los objetivos y resultados de los programas a los que se asignan recursos. Para medir el logro de los objetivos, deben utilizarse indicadores que registren con veracidad los avances y, en su caso, faciliten la evaluación con base en criterios de eficacia y eficiencia.

El presupuesto aprobado para 2020 del CUCEA se vio históricamente modificado en su presupuesto ordinario del 51%; esto, debido a un problema añejo en contratos, los cuales, por una iniciativa de la administración general, se regularizaron gracias al Programa de Regularización Administrativa, y ahora forman parte de la plantilla de servicios personales, lo que ha disminuido el recurso para el gasto operativo del Centro.

En ese contexto, se diseñaron acciones emergentes de ingreso-gasto; en primer lugar, para diversificar nuestra fuente de ingresos, se efectuó un diagnóstico para redefinir la nomenclatura de los aranceles y su actualización. Asimismo, los recursos se administraron de manera eficiente, y la recaudación se llevó a cabo bajo un esquema de prórroga y condonaciones en el pago de matrícula.

Ante el recorte presupuestario del gasto operativo, se diseñó una estrategia que consiste en la disminución de presupuesto asignado a las unidades responsables del gasto; reducción del gasto operativo no prioritario ante la crisis económica producto de la emergencia sanitaria; reorientación del gasto al destinar la mayor parte de los recursos a la reconversión de la modalidad presencial a la virtualidad.