En el CUCEA tenemos una visión amplia de la Extensión y Responsabilidad Social como función sustantiva. La extensión, además de enlazar las otras tareas sustantivas al contexto social, tiene el propósito de convertirnos en un ejemplo del funcionamiento de las soluciones que la ciencia ofrece.
Trabajamos para que nuestro campus opere con sustentabilidad y nos proponemos implementar la transición energética, el consumo responsable y otras acciones de gestión ambiental que nos conviertan en un modelo a seguir para otras organizaciones de la sociedad.
Asimismo, la comunidad universitaria del CUCEA trabaja en el fomento de la sustentabilidad y la vinculación académica con los sectores social, gubernamental y empresarial con el compromiso permanente de retribución y servicio a la sociedad.
En ese sentido, hemos puesto en práctica programas y acciones de extensión y responsabilidad social universitaria en apoyo al desarrollo sostenible.
Principales logros
Ante la emergencia sanitaria se diseñó e implementó el Plan CUCEA COVID-19 para la Extensión y Responsabilidad Social, en el cual se desarrollaron diversas acciones emergentes de apoyo a la comunidad estudiantil en situación de vulnerabilidad económica mediante la entrega de apoyos, como despensas con productos alimenticios y de primera necesidad, que permitieran mitigar los efectos de su situación económica al quedarse en casa.
Un medio para garantizar un retorno gradual y escalonado de la comunidad universitaria fue la implementación del Protocolo Sanitario y del Sistema Inteligente de Vigilancia Epidemiológica Activa. Este programa, alineado con el Sistema Institucional de Seguridad, Salud y Medio Ambiente y la dimensión Smart Health, fue realizado en colaboración con los Hospitales Civiles de Guadalajara. Su funcionamiento consta de tres módulos: 1) Protocolos sanitarios y medidas de higiene y cuidado personal; 2) Muestreo PCR; 3) Ruptura de cadenas de transmisión.
Gracias a dicho sistema fue posible detectar oportunamente los casos positivos por COVID-19, aislarlos bajo la cuarentena, dar seguimiento a su salud y realizar un monitoreo de la comunidad que pudo haber sido expuesta por convivencia.
Diseñamos un programa de difusión y encuentro virtual denominado Webinars CUCEA con dos objetivos: el primero, proporcionar formación profesional entre expertos y desarrollar comunidades de aprendizaje; y el segundo, mitigar las limitaciones de realizar reuniones en espacios físicos comunes debido a las medidas de contención sanitarias. Transmitimos en la plataforma Webinars CUCEA 162 eventos para proporcionar formación profesional y desarrollar comunidades de aprendizaje.
Con la pandemia, como todo, nos vimos en la necesidad de migrar los procesos del servicio social a lo virtual. Esto benefició a la comunidad estudiantil de manera directa y significativa. Contar con una plataforma digital para realizar las gestiones les permitió a los prestadores sociales dar continuidad y concluir su servicio, evitando el traslado y las dificultades de los trámites presenciales.
El servicio social debe considerarse un reto, un verdadero compromiso, un área de oportunidad de formación y retribución hacia la sociedad. De igual manera, deben pensarse mecanismos para mantener la motivación y el compromiso de los estudiantes, que su labor sea reconocida y retribuida y que contribuya al fomento de sus habilidades profesionales.
En la dinámica de la “nueva normalidad” pospandémica será importante analizar en comunidad qué acciones, actividades y apoyos se requieren para la prestación de servicio social, qué rol desempeña la comunidad estudiantil y cómo los profesores pueden asesorar, capacitar o coadyuvar en la resolución de problemas que enfrenten los estudiantes durante la prestación de su servicio social.
Para una mayor contribución social es importante redoblar los esfuerzos e innovar en los programas de servicio social, para que la comunidad del CUCEA amplíe sus servicios en apoyo a la solución de problemas de salud, mediación, pequeñas y medianas empresas, entre otros, y se atienda a la población en situación de riesgo, así como fortalecer la vinculación con egresados, ex alumnos y sectores productivos.
Se innovó en el programa CUCEA Sustentable y se realizaron acciones tendientes a mantener la sustentabilidad integral, entendida como el conjunto de acciones transversales que consideran las dimensiones productivas, ambientales, socioculturales, políticas y tecnológicas con la finalidad de lograr una nueva racionalidad, en el uso y manejo de los recursos materiales, naturales y ambientales que no comprometan la satisfacción de las necesidades de generaciones futuras, y tiendan al mejoramiento de la calidad de vida, sin rebasar la capacidad de los ecosistemas.
Como parte de las estrategias de Smart Environment, en lo realitivo a la transición energética, impulsamos acciones para reducir el impacto de las emisiones de dióxido de carbono (C02) al medio ambiente. Para ello, se instalaron dos sistemas fotovoltaicos ubicados en los edificios CARE y H. Estos paneles solares producen anualmente 164,284 Kwh de energía eléctrica, destacando que la mayor producción (146,313 kWh) tiene lugar en el edificio CARE. Esto representa un ahorro anual de $456,709.00 pesos (M.N.) y una reducción de 83 toneladas anuales de emisión de CO2.
La comunidad universitaria reconoce la importancia de incluir la sostenibilidad de manera transversal en todas las actividades y unidades de aprendizaje de cada uno de los programas educativos y no solo de manera particular en la licenciatura en Gestión y Economía Ambiental. Por ejemplo, introducir contenidos relacionados con responsabilidad social universitaria, energías limpias, huertos urbanos para autoconsumo, salud, deportes y consumo responsable, entre otras.
Principales retos
En cuanto a los retos, en este rubro, tenemos que:
1. Debemos pasar de la sensibilización a las acciones concretas de impacto comunitario y del entorno inmediato para lograr un manejo integral de los residuos, consumo responsable y huertos urbanos cuidado del arbolado, uso eficiente del agua, ahorro energético, salud ambiental y humana, que ayudarán a reducir la huella ecológica del campus (hídrica, residual y de carbono) para contribuir a la acción climática desde lo local. El Centro Universitario debe ser un ejemplo de responsabilidad social corporativa, de transición energética y de economía circular.
2. Es necesario adoptar un modelo más amplio de desarrollo sustentable institucional en el Centro Universitario que abone al cumplimiento de los ODS de la ONU y a la construcción de una ciudadanía informada, responsable y participativa. Para ello, es importante el diseño, implementación y difusión de políticas y normas cuyo impacto trascienda las funciones sustantivas. Se trata de un área de oportunidad para que en el CUCEA se implemente un modelo de desarrollo sostenible con otras entidades universitarias y se desarrollen sistemas basados en inteligencia artificial para la medición, seguimiento y control de impactos sociales, ambientales y económicos.